Un problema, una solución: Dermocosmética
La dermocosmética trata los problemas de la piel con resultados a largo plazo
Sin entender, de un día a otro empiezas a sentir tu piel un poco más seca, áspera; y cuando te ves en el espejo observas manchas, así como esas pequeñas líneas debajo de los ojos un poco profundas. Tu primera reacción es “agarrar sin consultar” la primera crema que se te cruce enfrente. La sensación instantánea es de confort total, incluso hasta te sientes más joven; sin embargo, después de un tiempo, tu piel se vuelve brillante y tienes algunos brotes de acné.
Vas por buen camino, lo más difícil ya lo hiciste: te introdujiste al mundo de la cosmética, lo único que te hace falta para sentir tu piel más sana es el consejo de un dermatólogo. Pero, como es de esperarse, ir a cualquier doctor es una hazaña que requiere tiempo. Mientras te decides, no todo está perdido. Existe una línea que se vende en muchas farmacias de prestigio, que tiene el aval de los médicos especialistas y que no es considerada por los expertos como un producto de belleza. Hablamos de la dermocosmética.
¿Cuáles son esos productos que pueden llevar la etiqueta de dermocosmética? Para poder calificar en este ramo, el producto debe contener un ingrediente activo que tenga efectividad en un problema específico de la piel y que pueda ser comprobada por estudios rigurosos en laboratorios. Por lo tanto, la dermocosmética es la asociación de las ramas que incluyen la investigación y los avances tecnológicos de la dermatología y la cosmética, siempre con el propósito de mejorar la salud de la piel.
¿Cuál es la diferencia entre la cosmética y la dermocosmética? “La primera tiene como finalidad tapar imperfecciones y mejorar los rasgos, además de que actúa en la superficie de la piel. La segunda trata las capas más profundas, soluciona problemas o desequilibrios cutáneos y produce resultados a largo plazo”, comenta la especialista Norma García, de Bioderma. Además, “la dermocosmética siempre cuenta con el respaldo científico sobre cómo actúa en la piel y comprobación de los resultados mediante estudios clínicos, aspecto que no es riguroso en la cosmética. Sumado a esto, se trata de productos que por sus características pueden ser empleados en todo tipo de piel, incluyendo la sensible”, afirma Elisa Serna, jefa de producto de Vichy Homme.
¿Cuándo surgió la dermocosmética? Nació en 1960 de la mano de Pierre Fabre, un farmacólogo del sur de Francia que tuvo la idea de crear productos – que se encontraran entre los medicamentos y los cosméticos - para curar la piel. De esta forma apoyaba a los dermatólogos con soluciones que garantizaban seguridad, eficacia y accesibilidad para sus pacientes.
Para entender las dimensiones de estos productos, la dermocosmética, también conocida como “cosmética activa”, Es una industria muy joven que se ha expandido con un crecimiento de doble dígito en los últimos cuatro años, y se prevé un comportamiento al alza, contribuyendo con un 40% en el incremento del mercado global. ¿Que más se puede pedir? Con activos comprobados científicamente, aval del dermatólogo, para pieles sensibles, con cientos de puntos de venta (fuera de las tiendas departamentales) siempre acompañada de asesoría experta y con crecimiento positivo en el mercado, la dermocosmética está a la mano del ser humano para conseguir una piel más sana. A pesar de ello, nunca está de más una vista al dermatólogo para complementar los tratamientos.